Segunda parte de patochadas pueblerinas.

He aquí la segunda parte de esta serie, esta que viene es mi preferida. Para disfrutar de una lectura placentera y adecuada de estos versos, y que os hagan realmente gracia, teneis que leerlo con un acento pueblerino, adelantando pronunciadamente la mandíbula inferior, echar la lengua hacia atrás y poner cara de estreñidos (así, muy bien); esto último es muy importante. Y ahora ya podeis deleitraos con estos versos que también llegaron a mi de la boquita de una personilla de apenas diez año, en mis timpos felices en una villa tercermundista de la que cuyo nombre no quiero acordarme.

ALÉ MADRE

Alé madre dese prisa mire que laura se pasa
A ver si por la cestica me voy a quedar en casa
Tómala ya esta embalada
Te has cogido moquero no te amoques con la manga
Asubite bien el pantalón y apretate bien la banda
Mira que en la Zirigoza hay gente mu desustanciada
Pa risen de los del pueblo
Toma estos 40 reales pal hijo la tía Juana
Toma estos 20 pa tu
Y esta pesetica en plata pa la virgen del pilar
Adiós hijico del alma
Cuídate bien y que no te pase nada
…
¡Celedonio!
Aspere madre que pare la maquina
¿Qué tal te ha ido por la Zirigoza?
-A mi mu bien, ¡había cada zagala!
Astuve en misa cantada alau de tres curas gordos con las faldas culuriadas
Después me fui a los toros y me dieron dos entradas apegadas
Después me fui a la rifa y por una perra gorda mala me dieron
Una gallina, pero era como una pava…
-¿se la devolviste al dueño? buenos morricos pondría.
-no, se lo vendí a una señorita que iba a mi lao
-¿y esta cestica tan maja?
-se la cambié a una señorita.
¿y en la tuya que llevabas?
Unas zapatillas viejas y un esquilo pa la vaca
-Me paice que tu me engañas
¿le has dao los 40 reales al hijo de la tía Juana?
¡Pues es verdá!
¿y la pesetica en plata a la virgen del pilar
pues no mie acordao
anda calzonazos sabanazas que con hijos tan tontos no se puede salir de casa.

Estos versos son del saber popular, pasados de boca a boca, que son anónimos, que no es que no tengan autor, solo que este último era algo tímido y no quiso pasar a la historia, para que no fueran a maltratarle a la tumba por la zarria de versos que escribió.